En el contexto urbano e interurbano, la vialidad es parte fundamental en la movilidad de las personas, ya sea utilizada a través de vehículos motorizados, bicicletas o simplemente caminando para realizar nuestras actividades.
Sin vialidad, se limitaría la movilidad de un punto a otro y tendríamos que incurrir en viajes con tiempos excesivos. Una mala planificación, diseño y ejecución de la infraestructura vial, puede generar graves consecuencias, deteriorando la calidad de vida de las personas.